SEGUNDAS OPORTUNIDADES
Tom Cruise es indiscutible. Tom Cruise es quien, allá a lo lejos, inició su carrera como otro de esos actores carilindos, debutante con films como Taps, Losin’ It o The Ousiders, y a quien en lo personal se le presentaron proyectos que le permitieron trabajar junto a directores como Coppola, Scorsese, los hermanos Scott o De Palma. Al haber aprendido el oficio, no solo logró mejorar su performance actoral (algo similar ocurrió con Brad Pitt) sino que esto le permitió interiorizarse en la industria cinematográfica por completo, es decir, entendió con qué debe contar un film para convertirse en un éxito de taquilla y a su vez perdurar en el tiempo. Tom se interiorizó en el proceso creativo de sus proyectos, se atrevió a dirigir un episodio de la olvidada serie noir Fallen Angels, que no estaba nada mal, pero al iniciar su faceta como productor fue cuando definitivamente se consolidó como un actor/productor clásico del Hollywood actual.
Top Gun: Maverick reúne al personaje de Cruise con Rooster (Miles Terrer), hijo de su co-equiper en el supersónico F14 Tomcat, el amigo y fallecido “Goose” (Anthony Edwards), planteando entre ellos una rivalidad debido a la herida abierta producto de esa muerte. Es cuando se establece una relación padre-hijo no consensuada que mantiene en pie la trama del film a lo largo de una misión casi suicida que se basa en la destrucción de una planta de enriquecimiento de uranio para la que Maverick tomará el rol de instructor, como fuera el de Charlie (Kelly McGillis, ausente incluso de mención alguna aquí) en la primera Top Gun: Reto a la gloria.
TG:M apela todo el tiempo a la nostalgia, algo que funciona a la perfección y se materializa por la concatenación de escenas, planos y situaciones simétricas a su antecesora. Maverick entra como ignoto a un bar como lo hiciera Charlie, similar situación que plantea una sorpresa entre los reclutas al día siguiente. Mismo planos, misma puesta en escena, y la misma locación consistente en un hangar. En el bar donde se reúnen los asistentes a la academia de Top Gun se consolida la atracción de Maverick hacia Penny (Jeniffer Connelly), la bartender divorciada y con hija, repitiendo tambien una escena de sexo casi plano por plano. En el lugar, Rooster toca en piano “Great Balls of Fire” al igual que su padre. Hasta se repite la tensión homoerótica del juego de voleyball en la playa mientras sonaba “Playing With the Boys” de Kenny Loggins, pero en esta es reemplazado por fútbol americano. No faltan las rivalidades entre reclutas; la confrontación que existía entre Maverick y Iceman esta vez se da entre Rooster y Hangman (Glen Powell).
Dentro de los regresos hay una escena con Iceman (Val Kilmer) muy bien resuelta teniendo en cuenta la actual dificultad para hablar que posee el actor. Aquí se presenta uno de los momentos más emotivos del film.
Lo de Tom Cruise en Top Gun: Maverick es increíble. Como en las Misión: Imposible, el actor todoterreno pone una vez más el cuerpo a un personaje por demás querible. Top Gun: Maverick no es otra cosa que un film sobre segundas oportunidades.