El cerebro es algo sorprendente, ya que con sólo un segundo de música y de imagen podemos rememorar algo que escuchamos y vimos hace varios años. No hace falta ni medio segundo de película que Top Gun: Maverick logra tocar la fibra de la nostalgia. El film llega a los cines el próximo 25 de mayo.
Al capitán Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) le es ordenado entrenar a graduados de Top Gun para emprender una peligrosa misión, entre estas personas está el teniente Bradley Bradshaw (Miles Teller), hijo de su difunto compañero y oficial de intercepción de radar, Goose.
Parece como si 36 años nunca hubieran pasado. Tom Cruise se luce como el impulsivo piloto que no desea que lo saquen del aire; este es el Cruise que trae su arsenal consigo y los despliega con destreza. Lo acompañan un excelente Miles Teller, quien increíblemente se parece al Goose de Anthony Edwards en la original; una aceptable Jennifer Connelly (no estaría mal haberla visto en más escenas); y la sorpresa más agradable de todas, una aparición especial de Val Kilmer como Iceman. La escena entre él y Maverick es una de las más emocionantes de todo el film, ya que después de lo que le pasó al actor de Fuego contra Fuego, es una gran historia de superación poder verlo en la pantalla.
Este film no pretende ser el mismo que dirigió el fallecido Tony Scott a mediados de los 80, pero sí le rinde varios homenajes a aquella primera parte: empezando por los créditos principales, que son prácticamente un calco -en el color, en la música, en la tipografía-, el argumento sigue casi el mismo derrotero y las dinámicas entre los pilotos se asemejan bastante. Y aunque no es necesario haber visto Top Gun (1986) ya que en esta secuela se explican varias cosas, sí se debería darle una ojeada para amplificar la experiencia.
La música de Hans Zimmer no deja de sorprender, en cada proyecto sabe encontrar los climas correctos en donde colocar sus composiciones y toma mucha inspiración de su antecesor, Harold Faltermayer.
Las escenas de acción son atrapantes y muy bien logradas, más al saber que casi no se utilizaron efectos visuales y que los actores estaban verdaderamente en el aire.
En la era de las secuelas y los reboots, Tom Cruise y compañía supieron qué hacer y cómo hacer para que Top Gun: Maverick vuele alto y seguro.