“Joven: si tienes entre 18 y 25 años…”
Vista en retrospectiva se puede concluir sin faltar a la verdad que una película como Top Gun: Reto a la Gloria causó más daños que beneficios en términos puramente cinematográficos. Comercialmente nadie osaría rebatirle su bien ganado cetro de campeona de la taquilla: en 1986 lideró el Box Office superando por muy poco a una tapada como Cocodrilo Dundee. Nada raro, por otra parte, viniendo del exitoso tándem de productores integrado por Don Simpson y Jerry Bruckheimer que ya había acertado dos plenos con Flashdance y Un detective suelto en Hollywood. Top Gun: Reto a la Gloria tuvo un presupuesto de 15 millones de dólares logrando recaudar solamente en territorio estadounidense unos 176 millones sin contar los ingresos por la venta del filme al mercado del video y la televisión. Una cifra apabullante, impresionante.
La elección del británico Tony Scott como director del proyecto fue la clave para que se convierta en un relato de acción predominantemente visual que influyó notoriamente en la industria de Hollywood. Recordemos que Tony era un veterano del spot publicitario tal como lo había sido su por entonces más famoso y prestigioso hermano Ridley allá por los ‘70s. El estilo para encuadrar, iluminar y editar de los hermanos estaba tan asociado con la estética de la publicidad que prácticamente revolucionaron el medio en unos pocos años. Otros artesanos ingleses cuyo oficio les delataba su origen publicitario son Adrian Lyne (Flashdance) y Alan Parker. De todos ellos el más pirotécnico ha sido Tony Scott: Un detective suelto en Hollywood 2, Días de truenos, El último boy scout, Escape salvaje, Marea roja, Enemigo público, Juego de espías, Hombre en llamas, Dominó, Deja vu e Imparable hablan por sí solas… La puesta cuidada al detalle, la sucesión de planos montados a un ritmo vertiginoso, la profusión de filtros de todo tipo y la mala costumbre de no dejar quieta la cámara ni por un segundo inspiró a una cierta cantidad de jóvenes “talentos” con el lamentable Michael Bay a la cabeza. Un legado que no esperen que agradezca porque va en contra de todas mis creencias de lo que debe ser una historia bien narrada. Esta gente literalmente inventó el cine clipero con todos su vicios y (escasas) virtudes. Los hijos dilectos de la MTv habían llegado para quedarse…
Pero el análisis de Top Gun: Reto a la Gloria no puede terminar ahí dado que existen muchos otros factores que la complejizan pese a su falsa fachada de producto simplón y fácilmente digerible. La película no oculta sus intenciones panegíricas para con la Fuerza Aérea de su país en un momento clave de la política reaganiana (últimos años de la antinomia con la Unión Soviética antes de la Perestroika y el cese de la Guerra Fría). Al estudio productor (Paramount Pictures) no le ha temblado el pulso a la hora de ofrecerle al público un ejercicio de propaganda al servicio del Tío Sam con amplias repercusiones hasta el día de hoy. Sepan que Top Gun: Reto a la Gloria ha reclutado más voluntarios para las Fuerzas Armadas que cualquier convocatoria abierta con este fin. De hecho, hasta en la Argentina utilizaban el clásico leit motiv de Harold Faltermeyer como cortina musical mientras la voz del locutor televisivo anunciaba: “Joven: si tienes entre 18 y 25 años alístate…”. No nos engañemos: este es el primer objetivo del filme. El entretenimiento viene a continuación, como por inercia. Es imposible tomarle algo de estima a un producto generado con este propósito. Yo, al menos, confieso no poder hacerlo…
Las contradicciones, no obstante, se plantan desafiantes sin temor al que dirán cuando, pese a todo, me veo en la obligación de aceptar que estamos ante uno de los dramas de aventuras más iconográficos de la década del ’80. Uno con el argumento más chauvinista que se recuerde pero también con una serie de referencias a la cultura pop de la época que simplemente no pueden soslayarse. Tom Cruise en su apogeo (¡tenía 23 años!) con el rol que lo consagrara definitivamente. Una Kelly McGillis increíblemente hermosa como el interés romántico de Tom y un elenco secundario que sorprende por la preeminencia de sus nombres: Anthony Edwards, Val Kilmer, Meg Ryan, Adrian Pasdar, Tim Robbins, John Stockwell, Michel Ironside y Tom Skerritt. Y por encima de todo una poderosísima banda de sonido que en mi opinión es infinitamente mejor que la película (si la comparación fuera lícita). El Oscar para la canción “Take my Breath Away” fue tanto un acto de justicia pese a la fuerte competencia de ese año ("Glory of Love" de Karate Kid 2; "Mean Green Mother From Outer Space", de La Tiendita del Horror; "Somewhere Out There", de Faivel, un cuento americano y "Life in a Looking Glass", de Así es la vida) como una consecuencia lógica a la calidad suprema del soundtrack, también producido (¡obviamente!) por Simpson / Bruckheimer que ya habían amasado una fortuna incalculable con el álbum de Flashdance.
A 25 años de su estreno mundial Top Gun: Reto a la Gloria regresa a las salas argentinas gracias a la gestión de una web colega enamorada de estas películas retro con las que crecimos toda una generación. Aunque claramente la obra de Tony Scott no alcanza las cimas de Volver al futuro u otros títulos característicos de similar envergadura su reposición en una copia digital de excelente imagen y sonido merece ser apreciada aunque más no sea en honor a la nostalgia. Mientras tanto El Padrino y Caracortada ya se asoman en el horizonte. Ojalá que eventualmente se sumen a la cartelera otros clásicos del cine que muchos deseamos disfrutar en pantalla grande y buena compañía…