Y finalmente se estrenó "Topos", film argentino ganador del último NYC International Film Fest 2012 que es uno de los pocos exponentes de ciencia ficción que el cine local nos ha traído durante el año en curso. El responsable es Emiliano Romero, un director que se atreve a proponer una estética distinta, recargada, oscura , para contar una historia de lucha de clases, liderazgo y superación personal. Esto, en un contexto extraño, muy bien logrado por el equipo de arte, que dota al film de un aire que asemeja a clásicos como "Brazil" (Terry Gillam), aunque con mucha atención al maquillaje y la caracterización de cada personaje en particular.
Digo esto, porque siento que hay un mérito en encarar un proyecto de este tipo. Proponer una historia dramática y ambientarla así, era un desafío. Y Romero, sale bien parado de la cuestión, más allá de algunos desniveles interpretativos que se desajustan a medida que la narración avanza.
Pero vayamos a la historia. En "Topos", hay dos mundos. Los de arriba y los de abajo. Los que están en el subsuelo, bueno, son lo oprimidos, viven en cloacas de una ciudad apagada, (suponemos que algo sucedió, malo, y eso definió estos espacios), arrastrándose por túneles que no los dejan estar casi nunca de pie. Se alimentan de los desechos de la sociedad que está en la superficie y tienen una manera de vestirse, particular.
Cierto día, el hijo de líder del grupo, siente curiosidad y se acerca a un lugar para ver un internado de danza. Eso le hace un click en la cabeza, porque siente que él quiere hacer esa actividad, en el mundo de arriba... Es así que, ayudado por su hermana, secuestra a un alumno nuevo y se hace pasar por él. Así es que él, pobrecito que viene de un submundo en el cual ni siquiera se para, tiene que empezar a enderezarse si quiere realmente aprender a bailar. Encima, en el lugar donde el resto de los alumnos conviven fuera de las clases, se sospecha que es un tipo raro... lo cual añade cierta tensión al relato.
En esa vuelta, me impactó pensar en "El cisne negro", a lo largo de la proyección, quizás por esta cuestión del ballet, la manera particular de cierto maquillaje... Adiestrarse y adaptarse a una sociedad que se rige por otros valores, no es una tarea sencilla.
Gran actuación, debemos reconocer, de Lautaro Delgado, quien parece un camaleón, realmente. Acompañan, en registros desparejos pero que suman, Leonor Manso, Gabriel Goity y Pompeyo Audivert. Si reconozco, que la resolución del conflicto central me dejó algún sinsabor y que a veces sentí alguna sobreactuación innecesaria en algún secundario pero... Romero hizo un film digno de ciencia ficción en nuestra tierra. Eso ya, a mi como espectadora, me basta y me sobra. Merece ser visto, sin dudas.