Santiago Segura está de regreso con Torrente 5: Operación Eurovegas, una secuela acorde al resto de la saga.
Es el año 2018 y Torrente recién sale de la cárcel. España todavía intenta superar la crisis y una sociedad fracturada lleva al ex-policía madrileño a buscar respuestas en su interior, y para ello decide convertirse en un criminal. A través de un contacto que hizo durante su estadía en prisión, logra localizar a quien se ocupó de supervisar la seguridad del principal casino y hotel de Eurovegas, John Marshall. Juntos planean el robo perfecto que solo podrán concretar una vez que Torrente reclute y organice una banda de criminales especializados.
Nos hacemos una pajillas?
En 1998 el actor, guionista y director español Santiago Segura nos presentaba a José Luis Torrente, un policía incompetente, racista, misógino y cuantos adjetivos negativos más se les ocurra agregar. Hincha a muerte del Atlético de Madrid y fanático del cantautor El Fary, el personaje hizo su aparición en el film homónimo bajo el subtitulo El Brazo Tonto de la Ley. Dieciséis años después y con un enorme éxito a sus espaldas nos llega la cuarta secuela, esta vez subtitulada Operación Eurovegas.
Esta nueva aventura encuentra a Torrente recién salido de la cárcel y teniendo que reinsertarse en la sociedad, que está lejos de ser la misma que cuando entró. España está recién saliendo de la crisis "gracias" a algunas concesiones, una de ellas es la creación de Eurovegas, un gigantesco complejo con hotel y casino fiel al estilo norteamericano. Sin poder encontrar su lugar, nuestro anti-heroe favorito deberá moverse por fuera de la ley, y con la ayuda de un simpático grupo de criminales fiel al estilo de la saga, darán un golpe millonario.
El objetivo de las películas de Torrente es uno solo y siempre el mismo: divertir. Y Santiago Segura ya se ocupo de aclarar este punto en reiteradas ocasiones. En el medio podrá haber un discurso político y social (algo más marcado en las últimas dos entregas por obvias razones), pero nunca se buscó que estas lecturas le quiten protagonismo al humor. Si bien algunos de los chistes van por el lado de la crisis española, Segura se ocupa de darnos un mínimo trasfondo de la situación como para que los espectadores que no estén al tanto tambien se sientan incluidos. Y quienes esperan encontrarse con bromas escatológicas y de mal gusto, que al fin y al cabo son el plato fuerte de la saga, tampoco saldrán defraudados.
Si bien todas las secuelas de Torrente mantienen un nivel aceptable ninguna se acercó a la original, y Operación Eurovegas no es la excepción. Por momentos brillante y por momentos indiferente, los chistes son un continuo prueba y error. La historia, al igual que sucede en todas las secuelas, es bastante genérica y pareciera existir simplemente como contención de los chistes y para darle una coherencia narrativa a la seguidilla de sketches con la que se despacha Segura.
Quizás lo más llamativo de la película es la presencia de Alec Baldwin, quien con un español bastante pobre y por momentos inentendible resulta una divertirla y al mismo tiempo bizarra adhesión al ya bizarro grupo de personajes que suele reunir el actor y director madrileño.
Conclusión
Torrente 5: Operación Eurovegas es más de lo mismo. Pero ¿es eso algo malo? La respuesta depende de cada uno. Por lo menos en mi caso en particular, prefiero vivir en un mundo donde existen las películas Torrente, en lugar de un mundo sin ellas ¡Que se venga la sexta parte que la estaré esperando!