Llega el nuevo opus de "Torrente", franquicia española políticamente incorrecta, divertida, escatológica y sarcástica, que ha hecho las delicias del público ibérico desde 1998. La historia del ahora ex policía corrupto, cobarde y pobretón cobra un nuevo capítulo, ambientado en el futuro cercano de una España en decidida decadencia.
Santiago Segura repite todos los tics de su clásico personaje y nos invita a una aventura que está claramente emparentada con "Ocean's eleven". Corre el año 2018 y Jose Luis Torrente sale de la cárcel, luego de una temporada cumpliendo pena por sus acciones en la cuarta entrega de la saga. Al pisar la calle, su tierra natal ya no es lo que era. Encuentra una nación dividida, que ha abandonado el euro y una crisis enorme, no sólo económica (el IVA está en un orden del 40 por ciento), sino política. Cataluña se ha independizado y España ya no pertenece a la Comunidad Europea.
Al estilo de los espacios americanos de juego, hay un lugar repleto de casinos que sigue facturando en forma de nombre Eurovegas. Torrente recibirá una oferta hecha por un tal Marshall (Alec Baldwin en un rol difícil de definir, que sólo aporta excentricidad y poco más) para dar un gran golpe y alzarse con un cuantioso botín. Para ello, deberá armar un súper equipo de colaboradores, especializados en diferentes áreas. Y ya sabemos que a Torrente lo rodea gente de la peor calaña, así que con sólo cerrar los ojos tendrán una idea de que van a encontrar aquí.
Torrente armará su dream team y se dedicará a dar el golpe de su vida. En el transcurso de la misión, aparecerán todos los elementos característicos que hicieron famoso al protagonista: humor fuerte, ironía, chistes morbosos, sexo, machismo, y racismo en dosis más que terapeúticas.
Esta vez, la cantidad de cameos (o mini personajes) es menor y encontramos un esfuerzo por hilvanar un hilo conductor más armado que en entregas anteriores. Sin embargo, esto no funciona en su esplendor, por el desgaste natural del personaje. Segura se repite a sí mismo y no todo produce gracia, ya no alcanza su carisma natural y las bromas a cada paso para mantener al público en estado de gracia. Aquí, de a ratos, la acción cae, Torrente deja de parecernos divertidos y si no fuera por algunos tramos del asalto al Casino, estaríamos en la peor entrega de las cinco.
En el lado positivo, hay que reconocerle a Segura su sagacidad para dotar a su nueva empresa de un escenario interesante: las críticas sociales y políticas a España hacen su parte y son el punto alto de la cinta. También, algunos secundarios que suman su gracia como Carlos Areces y Fernando Esteso.
"Torrente 5" trae algunas bromas repetidas, cierto humor político arriesgado y una necesidad que se vuelve imperiosa: la saga necesita mejores libros. Ya no alcanza con un Segura ocurrente para sostener la intensidad de la cinta. No es de las mejores esta quinta entrega (ciertamente está debajo de la cuarta, que me encantó) pero si les gusta el personaje, se sentirán cómodos con ella.
Si es tu primera experiencia con Torrente, te diría que busques en las anteriores (en mi preferencia, ya dije, la 4 y la primera son las mejores) antes de andentrarte en esta Operación Eurovegas.