Las tortugas más famosas del cine y la televisión regresan de las alcantarillas para redimirse del fiasco del 2014.
Las Tortugas Ninjas Adolescentes Mutantes tienen revancha en una segunda entrega de la saga de películas que tiene como productor al polémico Michael Bay. En esta ocasión, la película está dirigida por Dave Green y protagonizada por Pete Ploszek, Alan Ritchson, Noel Fisher, Jeremy Howard, Megan Fox y Will Arnett, y promete devolverle la alegría y aventuras que su predecesora le quitó a los personajes.
Al tener en cuenta el desastroso primer capítulo de esta saga, resulta muy gratificante que esta secuela haya optado por arreglar gran parte de los desaciertos y horrores que sufrió su antecesora. Primero y principal, la trama se mueve en torno a las Tortugas, dejando en un rol secundario a Abril O’Neil, interpretada por Megan Fox, quien aparece sólo en algunas escenas como una ayuda paralela del equipo. Por el lado técnico, los hermanos mutantes ganaron muchísimo en su diseño perdiendo partes de sus atuendos que lo único que generaban en el pasado eran mareos y confusión durante las escenas de acción. Y con respecto al tono, esta película no se toma para nada en serio en ningún momento y con eso logra ganar muchísimo valor. Es una historia donde cuatro tortugas ninjas gigantes pelean contra un ser interdimensional con forma de cerebro en una nave que se construye a sí misma con un ojo en el techo. Fin.
Cuando se sublevan muchos de los aspectos de la película a la idea de que “es malo a propósito”, las actuaciones y el guion comienzan a tener sentido. El elenco repite asistencia de la anterior entrega, sólo con la grata ausencia de Johnny Knoxville como la voz de Leonardo. A los viejos conocidos se les suman Bryan Tee, como un Shredder que cumple pero deja con ganas de más, Stephen Amell, interpretando al cabeza dura de Casey Jones, y Tyler Perry, como el brillante y perturbador Baxter Stockman. Las joyas de esta entrega son Gary Anthony Williams y Stephen Farrelly como los mutantes Bebop y Rocksteady. Una dupla que miles de fanáticos ansiaban por ver en la pantalla grande y que cumplen con creces en muchas de sus escenas.
Sí, es posible sentarse por horas a señalar cada uno de los errores de guión, de las conveniencias e inconsistencias narrativas y de lo insostenible de la subtrama que pone en jaque el funcionamiento del equipo tortuga. Cuando una película omite explicaciones o tiene una excusa estúpida para justificarse, es porque, evidentemente, no se toma en serio a sí misma. Este es el caso de Fuera de las Sombras. Todo se disfruta si el público considera que es una película para niños y apaga sus cerebros durante dos horas para ver el largometraje como un capítulo cuádruple de la mítica serie de fines de los 80. Si la audiencia quiere explicaciones coherentes, una trama bien construida y buen desarrollo de personajes, puede dirigirse hacia la serie de animación que produce Nickelodeon. Aquí encontrará otra interpretación, más básica, más fantástica, más burda y no por eso menos válida.
Hay que afrontarlo: nadie nunca escuchó las palabras “tortugas, ninjas, adolescentes y mutantes” en una misma oración y creyó que era la idea más brillante del mundo. Aunque quizás algún ejecutivo haya pensado que sería la idea más estúpidamente marketinera de la historia. Y así lo fue. Tortugas Ninja 2 Fuera de las Sombras es exactamente esto, una idea estúpida que no se avergüenza de sí misma. El espectador normal tendrá dos opciones: tildar la película de entretenimiento vacío e idiota o sumarse al disfrute y la diversión sin sentido al que el film apunta y logra capturar.