Los quelonios mutantes y adolescentes vienen por la revancha y esta vez no tiran la pelota afuera.
Si yo fuera (todavía) una niñita de ocho años, hubiera disfrutado “Tortugas Ninja 2: Fuera De Las Sombras” (Teenage Mutant Ninja Turtles: Out of the Shadows, 2016) muchísimo más. Claro, no lo soy, pero eso no le resta cierto mérito a la secuela de los quelonios mutantes que, admitámoslo, está a años luz de su predecesora.
Michael Bay se hace a un lado (pero permanece como productor) y le deja la silla al director Dave Green, un tipo poco experimentado, pero que supo capturar el estilo adolescente que andaba necesitando la franquicia. “Tortugas Ninja 2” se agarra un poco de aquella nostalgia noventera (tan de moda por estos días), pero también ofrece una versión más moderna e hiperquinética de los héroes protagonistas.
Acá la clave es la aventura, la súper acción y el humor, pero con un tono bastante infantil e inocuo que puede ser disfrutado por los más chiquitos sin miedo a que la violencia extrema arruine sus inocentes cabecitas. La historia, los personajes, incluso los conflictos, se mueven dentro de una burbuja de ingenuidad que corre el eje y la ambición de la película hacia terrenos más modestos, y eso es muy bueno.
Esta secuela es bien apta para todo público, y si bien los fanáticos pueden disfrutarla de cabo a rabo, son los más chicos los que salen ganando con una historia sencilla de buenos y malos, donde nadie se lastima, la destrucción “no es para tanto” y pueden identificarse con las travesuras de estos bichitos acorazados tan irresponsables como temerarios.
“Tortugas Ninja 2” recupera la trama donde la dejamos anteriormente, con Shredder (Brian Tee) tras las rejas y todo el mérito en manos de Vernon Fenwick (Will Arnett). La ciudad de Nueva York está a salvo, pero no por mucho tiempo, ya que el científico Baxter Stockman (Tyler Perry) tiene un plan para liberar al villano que también desencadenará una serie de hechos que pondrán a la metrópoli, y a todo el mundo, en peligro.
Esta segunda parte pone toda la carne al asador presentando nuevos/viejos personajes como Bebop, Rocksteady, Krang y al impulsivo Casey Jones, interpretado por Stephen Amell.
El oficial de policía, indirectamente responsable de la escapatoria de Shredder, deberá hacer equipo con las tortugas y April O'Neil (Megan Fox) para detener estos maquiavélicos planes.
Claro, todo muy caricaturesco, ya que no todos los villanos son taaaaan malos como parecen y nos arrancan alguna carcajada, y acá, hasta los buenos se equivocan (Amell volvete a “Arrow”, en serio). Hablar de los efectos especiales sería un poco injusto (Tortugas, really?), per cumplen su cometido, son correctos y ayudan a llevar adelante una trama vertiginosa que no se detiene ni un segundo, como la seguidilla de clásicos musicales que ostenta.
La película no se toma nada en serio, incluso a sí misma, y ahí está la clave para no convertirse en otra paparruchada sin sentido “made in Michael Bay”. Ojo, tampoco es digna candidata al Oscar, pero viene con poca ambición, muchas referencias y ganas de entretener a los espectadores. Tortugas Ninja 2” tiene un público bien definido, el menudo, pero no aburre al acompañante mayorcito, ni al fan que todavía añora la serie animada de los ochenta y noventa. Son tortugas, adolescentes, mutantes y ninjas, ¿qué más esperan? Por ahora, Michelangelo, Donatello, Leonardo y Raphael cumplen… y dignifican.