Con años récord en recaudación ya no tiene sentido preguntarse por la necesidad del relanzamiento de algunos productos cinematográficos. Es esta gente de marketing de los grandes estudios. Hacen pruebas, encuestas, estadísticas… Uno imagina las carcajadas en una reunión de producción en la cual algún novato pregunta por las razones artísticas. Pobre… Lo cierto es que estamos frente a un reinicio de Las tortugas ninja. Uno de los iconos pop de finales de los ’80, y principio de los ’90, y una de las pocas historietas que no sucumbieron frente al poderío de Marvel y DC Comics, aunque también es cierto que ya tuvieron su momento. ¿Cuanto podía durar la historia de cuatro quelonios mutantes que saben artes marciales y comen pizza? En 1987 fue la serie animada furor en los video clubes (acá las edito AVH en 1989), en 1990 llegaron al cine y de ese éxito surgieron dos continuaciones. Cómo habrá sido el éxito que hasta la industria porno local lanzó en esa época el título “Las tortugas Pinja”. Más de una década después algún nostálgico decidió revivirlas con una nueva versión animada confusa y descolgada, pues retomaba el hilo desde el final de la primera. Así llegamos a hoy, donde todo vuelve a foja cero y como decía Obelix: Vamos allá.
En la introducción tenemos la voz de Splinter (Tony Shalhoum, voz en español de Herman López) diciendo un texto de tenor legendario. Nos cuenta que por temor a la discriminación y por protección tomó la decisión de quedarse con Michaelángelo (Noel Fischer, voz en español de Luis Ramírez), Donatello (Jeremy Howard, voz en español de Alan Velázquez), Rafael (Alan Ritchs, voz en español de Gerardo Alonso) y Leonardo (Johnny Knoxville, voz en español de Héctor Gómez), para criarlos y entrenarlos hasta que estuvieran listos para defender a la ciudad de Nueva York. El espectador toma este aviso y se quedará esperando unos 40 minutos hasta verlas. Mientras tanto la joven periodista April O’Neil (Megan Fox, voz en español de Liliana Barba) anda investigando al Foot Clan, una organización con ansias de reventar la ciudad con un virus para luego aplicar antídoto y apoderarse de lo que quede. Como siempre tendremos un lobo disfrazado de cordero y una historia interna que va a dar algunas explicaciones a los fans sobre el origen de los héroes.
Siendo una producción de Michael Bay es de esperar que las escenas de acción, sumadas al proceso digital que da vida a las protagonistas, estén brillantemente concebidas. Toda la persecución en la nieve, que incluye un camión, es de colección. Realmente se vive toda esa secuencia a puro vértigo y coordinación. De a poco, forzado al principio, pero luego mejorando, aparece el humor en los personajes que están bien delineados en cuanto a los rasgos característicos de cada uno, y a la vez todos teñidos por una misma coloratura de cierta inocencia. En esto hay un buen mérito de los guionistas para establecer quién es quién.
Por el lado de los de carne y hueso también hay algunas certezas. Will Arnet es un actor dúctil que aporta buena química a su partenaire Megan Fox. También queda demostrado que esta actriz es extraordinariamente bella, tan cierto como que no soporta un papel protagónico. Sobreactúa por momentos, además de parecer estar en un registro unipersonal, como si fuera su personaje lo único que importa, aunque esto es un problema de dirección actoral. Un sólido William Fitchner, que siempre está bien, entrega un villano creíble y ajustado.
“Las Tortugas Ninja” es una película entretenida, aunque todavía queda por ver si realmente esta fórmula y estos personajes pueden sobrevivir al hecho no tener casi nada para contar. Siempre parecieron el producto de una imaginación forzada a tener que inventar algo nuevo, independientemente del verosímil. Acá es donde los lectores y el espectador deben aportar su máxima capacidad de concesión. Sin esto no queda espacio ni tiempo para generar interés alguno. A ver tortugas, además son mutantes, son ninjas y encima adolescentes (hay que ver cuanto hay de esto último realmente). Son también un poco Taif, lo suficiente como para concluir que estas tortugas entretienen un rato, sí, pero están un poco verdes todavía.