El regreso mutante
Con mi álbum de figuritas en manos, allá por 1990, entré al cine para ver el estreno mundial de Las tortugas ninjas. Mis recuerdos son pocos de esa película que vi apenas un par de veces pero que de pequeña adoré. Lo que más me gustaba era el comienzo, la transformación, y adoraba al maestro Splinter. El resto es difuso en mi memoria. Después me volví fanática de los dibujos animados de las tortugas, pero aún así hasta hoy recordaba muy poco de la historia.
No sé si cada vez las películas de acción tienen más acción, valga la redundancia, o si no se trata de mi género predilecto. La verdad es que, a pesar de estar rodeada de niños durante la función de Tortugas ninja, me mantuve tensa gran parte de la función y hasta salté asustada en algún momento (y no fui la única). Evidentemente, si hacemos un paralelismo entre ambas películas, el cambio que se ha generado en los últimos 24 años en las producciones “infantiles” es abismal. Desde los personajes fantásticos (tortugas, maestro Splinter y Shredder), que mantienen sus personalidades pero estéticamente se han vuelto enormes y robustos, llenos de detalles en sus caparazones y armadura tecnológica en el caso de Shredder. En la versión de 1990, en cambio, se notaba que eran humanos con trajes muy bien logrados, por cierto. Pero en esta nueva versión realmente han desarrollado una tecnología muy realista y elaborada para los vestuarios. Por otro lado, nuestros personajes, además de sus chistes habituales, añaden alguna situación cómica que está dirigida al público adulto. En segundo lugar, la escenas de acción han perfeccionado sus efectos especiales, cada día con detalles más realistas. Ya verán la escena de la fuga en la nieve, no conté cuántos minutos dura, pero pareció una eternidad de tensión inacabable.
La verdad es que la película logra cumplir su cometido: tanto las secuencias de acción como las partes cómicas mantienen atento al espectador y no dan un segundo de respiro. Por otra parte, se respetó bastante a la historieta original de Kevin Eastman y Peter Laird, y se incluyeron unas animaciones al comienzo y al final de la película con el estilo de las historietas gráficas. Hollywood, en sus producciones más comerciales, sigue estando en una meseta creativa y al parecer nos quedan todavía tantos viejos clásicos para volver a filmar o reestrenar. No sé qué anda pasando con los buenos guionistas por aquellos pagos, pero al parecer son una especie en peligro de extinción. Aún así, Tortugas ninja, dentro de su género, es una remake bastante bien lograda y logró que, al final, los niños de la sala exclamaran victoriosos. En lo que a mí respecta, esta semana saldré a buscar un dojo donde comenzar a practicar artes marciales, cuídese quien pueda.