Debo reconocer que me pareció extraño que este film del increíble Jean-Jaques Annaud pudiera verse finalmente en Argentina. Y mucho más enterarme que sólo se podrá ver en IMAX Norcenter durante una semana. Es más, dejeme decirles, es un gran acontecimiento el que tenemos por delante. He aquí una película que no deben dejar pasar.
La novela autobiográfica en que está basado el libro fue furor en China. Hasta que la prohibieron, en 2004. Delicada y a la vez, potente, la obra original de Jian Rong siempre fue una tentación para los grandes estudios orientales. Producirla era un desafío. La cuestión era buscar alguien que se animara a un proyecto tan riesgoso.
Cuentan en el medio que ningún director chino se animó a aceptar la oferta de los grandes estudios. Nadie quería filmar con animales de estepa, lobos y en particular, mongoleses. La complejidad de los aspectos de la producción eran tales que los inversores pronto se dieron cuenta que sólo un hombre que tuviera probada eficacia para el registro de la vida animal y a la vez, una veta sensible y adaptable al extremo, podría llevar a cabo la empresa. Y fueron por Annaud.
Acertaron. El director de "El Oso" hace bien su trabajo, sabe manejar los tableros con destreza y tiene una habilidad natural para dirigir elencos extensos y resolver condiciones de rodaje duras.
En esta oportunidad, la trama nos lleva a vivir la Revolución Cultural, en el contexto de la China de finales de los 60, Chen Zhen (Shaofeng Feng), es un joven estudiante de Beijing que debe viajar a transmitir en el marco de esa propuesta social, educación y cuidado por los semejantes. Se buscaba que los jóvenes fueran a las zonas agrarias a acompañar e ilustrar al pueblo.
La cuestión es que allí llegará nuestro héroe, y encontrará un amigo muy particular: un cachorro de lobo ávido de compartir emociones, del que se volverá inseparable. Dos historias se jugarán aquí, el drama en sí del maltrato a estas criaturas y la anemia territorial de los lobos en dicha zona.
Todo, filmado con una fotografía impactante que subraya la belleza visual de los paisajes que veremos. Buena reconstrucción de época, gran banda de sonido, estupendo las respuestas de los intengrantes caninos del elenco. En el debe, hay cierta falta de fibra en algunos personajes centrales que desconicertan un poco al espectador. Quizás sea una cuestión de idiosincracia o la barrera del lenguaje del director. No lo sabemos. Sí creemos que no desequilibra anque aporta lo suyo.
El reino de Tendrí, ese paraje protegido, es una invitación a la aventura. Lo que se vivirá allí será un canto a la vida, un llamado estratégico de la naturaleza y una apelación a nuestras emociones como sujetos en contextos reales, lejos de las grandes ciudades.
Annaud vuelve a lucirse liderando su tarea con oficio. Insisto, "Totem lobo" no sólo es cautivante por los tres años que demandó su producción, sino por la historia que cuenta y el registro en que la hace. Y verla en IMAX es un lujo que no deberían dejar pasar. A tener en cuenta (el maestro francés está de vuelta!).