Si quiere ser feliz, esta es su película. Un grupo de (verdaderas) artistas de strip tease estadounidenses que jamás han visto Europa –enroladas en el (real) movimiento del New Burlesque recuperan de modo satírico, político o muy estético las viejas rutinas del arte erótico de los `50– viajan a Francia de gira, traídas por un ex ejecutivo de televisión que dio un paso en falso, disoluto pero tierno, que quiere recuperar el reino y además ver a sus dos hijos. El film combina lo documental (las actuaciones de estas mujeres son absolutamente increíbles desde todo punto de vista y se muestran íntegras en la película) con una historia que homenajea a John Cassavetes. El resultado, a pesar de cierta melancolía del personaje central (interpretado por el director del film, Mathieu Amalric), es fascinante.
Hay muchos temas: la relación entre los estadounidenses y los europeos, el sentido y las obligaciones de la paternidad, el erotismo como juego, el cuerpo femenino como herramienta estética, la definición de lo que es arte y lo que no, el cine mismo en esa delgada barrera entre la ficción y el documental. Y como si fuera poco, la película descubre a una actriz monumental (en todo sentido) en la blonda Mimí Le Meaux, que mezcla una sensualidad que desborda con una gran inteligencia interpretativa: la prueba es que en el último tramo del film debe enfrentar a Amalric, uno de los mejores actores del mundo, y empata con elegancia. Hay mucho humor y mucho corazón: una obra maestra.