Tóxico

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Sin saber bien de dónde vino ni cómo se propaga, una extraña pandemia está haciendo estragos a nivel global y amenaza con empujar a la humanidad hasta su autodestrucción. Este es el mundo que propone Ariel Martínez Herrera en Tóxico.

Por un tiempo la gente intenta hacer su vida normal, pero cuando en la ciudad el aire tóxico comienza a provocar saqueos y violencia, Laura (Jazmín Stuart) y Agustín (Agustín Rittano) se suben a su motorhome y se lanzan a la ruta, planeando refugiarse en una casa de campo hasta que todo se calme.

No tienen ninguna certeza de que la casa siga en pie, que la epidemia no haya llegado hasta allí o que ellos mismos no se encuentren contagiados aunque todavía no muestren los síntomas, solo avanzan por la ruta.

A la vez que intentan descifrar y resolver algunos de sus problemas como pareja, en el camino se irán encontrando con distintas personas que reaccionan ante la catástrofe de diferentes formas, desde quienes se burlan con humor negro a quienes se vuelcan al naturismo o dan rienda suelta a sus instintos abusivos y violentos.

Ni el aire ni el agua son lo tóxico

Después de años de desarrollo y de espera para poder ver la luz, Tóxico encontró su momento para el estreno en plena pandemia de COVID-19, con las salas de cine cerradas pero con todo el mundo haciendo un cosplay involuntario de sus personajes.

La trama es bastante sencilla y no va mucho más allá de lo mencionado, sin grandes giros ni conflictos globales que resolver. Laura y Agustín no van a salvar el mundo ni encontrar la cura para la pandemia, a duras penas saben qué hacer con sus propias vidas. Ya estaban atrapados en una inercia que les empujaba para adelante antes de que el aire se volviera tóxico, impidiéndoles dormir.

Los mejores momentos de esta película vienen principalmente de la mano de sus extraños personajes secundarios, quienes además de completar la historia con la información que no tienen los protagonistas, le inyectan tensión y algo de suspenso a sus encuentros.

Tóxico, crítica de la película argentina estrenada en Cine.Ar

Ese puñado de ideas atractivas guionan varias escenas interesantes. No logran la misma solidez como conjunto, pero son bien interpretadas por un elenco que se mantiene dentro de la corrección incluso cuando tiene todo para volverse inverosímil. La mayor crítica que puede recibir Tóxico recae sobre la propuesta visual, porque si bien hay algunos aciertos en fotografía y vestuario, cada parte parece estar trabajando independientemente, sin un concepto.

Esto se nota mucho más cuando construye el principal espacio donde suceden muchas de las acciones importantes: ese motorhome con texturas que parecen de cartón, con una paleta que se quiebra sin lógica aparente y cuyas proporciones internas apenas pueden justificarse si hubiera sido fabricado en Gallifrey.

Ello podría ser un acierto si se decidiera a abrazar el absurdo con más convicción y fuera autoconsciente de la situación, pero por más que amenace un par de veces nunca se atreve a cruzar esa línea del todo. Es así como Tóxico, desde su intento de crítica social al desarrollo de personajes y trama, se mantiene correcta pero sintiéndose un poco decepcionante, con gusto a promesa cumplida a medias.