Muchas veces se dice que la realidad supera a la ficción y en este caso nos encontramos con un ejemplo perfecto que sostiene esta frase. En medio de una de las peores pandemias que azotan a la humanidad se estrena una película que hace referencia a esta situación desde un costado ficcional y distópico. Sin embargo, las coincidencias entre ambas son demasiado palpables.
Si uno se pone a repasar sobre qué trata «Tóxico», película de Ariel Martínez Herrera, tranquilamente podríamos decir que es la primera ficción sobre el coronavirus. Sin embargo, no solo no se centra en esta pandemia en particular, sino que el film fue escrito hace muchísimo tiempo atrás, enmarcado dentro de una distopía. Solo que ahora lo que parecía ser una imaginación del director, se volvió una realidad mundial.
«Tóxico» cuenta la historia de Laura y Augusto, una pareja que ante un brote pandémico, que provoca el insomnio en los seres humanos, decide escapar de la ciudad en su motorhome y embarcarse hacia un viaje por el campo. A medida que pasan los días y se sumergen en la ruta rodeada de pastizales, los límites entre la imaginación y la realidad van desapareciendo.
Más allá de la actualidad del tema, «Tóxico» nos hace reflexionar sobre los vínculos sociales y familiares, los actos de solidaridad y egoísmo humano que salen a relucir en estos instantes, el rol del hombre como destructor de la naturaleza, la esperanza y la paranoia, entre otras cuestiones, y nos muestra las distintas reacciones que pueden tener las personas frente a una problemática de esta magnitud.
Esto se realiza gracias a la interpretación de sus protagonistas, Jazmín Stuart y Agustín Rittiano, quienes mantienen diálogos interesantes y naturales a lo largo de la travesía. Son estos momentos los que nos hacen pensar sobre cuestiones existencialistas y de supervivencia, y ambos actores lo logran con gran soltura. Además, Stuart muestra una fortaleza y hasta descreimiento frente a la situación, mientras que Rittiano tiene una personalidad más paranoica y desesperante; las dos caras de la misma moneda. Uno pensaría, igual, que algunas enseñanzas serían utilizadas para el futuro, pero esa oportunidad nunca llega.
El ritmo que presenta es algo lento, pero a lo largo del viaje nos vamos encontrando con algunos momentos de tensión, provocados por la cercanía con otros personajes, que no sabemos su grado de sanidad, como también con instantes más surrealistas y absurdos propios del insomnio.
Por otro lado, debemos destacar la ambientación del film, con una fotografía solemne que recorre la ruta desértica y aquellos lugares que fueron destruidos por la sociedad. La banda sonora acompaña los momentos más tensos y aquellos más relajados para otorgarle este tire y afloje a la pareja protagonista.
En síntesis, «Tóxico» es una película atinada para los tiempos que corren pero no por la casualidad de estrenarse en medio de una pandemia, sino por reflexionar acerca de temas existenciales que en estos momentos nos identifican. Además, lo hace a través de diálogos interesantes y un elenco que sabe manejarse de forma natural dentro de esta situación. Sobre todo ideal para aquellos que disfrutan del género, por tener algunos momentos más absurdos y surrealistas.