Al igual que meses atrás sucedió con el estreno de ‘Avengers: Endgame‘, ‘Toy Story 4’ se presenta como un auténtico acontecimiento cinematográfico para una saga que, no solo marcó un hito en el cine animado sino que llegó a los cines por primera vez hace 24 años.
El público que la disfrutó durante su infancia en 1995, hoy ha pasado los 30 años. Hemos pasado los 30 años, aunque confieso que no vi aquella película en el cine. Por todo esto, ‘Toy Story 4’ es mucho más que una secuela. Es de esas películas que uno va al cine a disfrutar, guardando al crítico de cine en un cajón.
Aun así, haré el intento. ‘Toy Story 4’ retoma la historia de Woody, Buzz Lightyear y los demás juguetes justo después de lo acontecido en ‘Toy Story 3’ (2010). Bonnie comienza a ir al jardín y tiene que adaptarse a una nueva etapa. La hermandad de los juguetes y su razón de ser en el mundo se ve puesta a prueba cuando aparece Forky, un tenedor devenido muñeco que se niega a salir de la basura, y el regreso de la intrépida Betty.
Resta decir que todos los personajes desbordan ternura. Los nuevos, como Forky, pero también la muñeca Gabby Gabby, Duke Caboom (con la voz de Keanu Reeves -oh si-) y los extraños (¿perturbados?) peluches Ducky and Bunny se suman aportando personalidad y encanto a un universo que no podría ser más perfecto.
Atravesando generaciones, esta cuarta entrega cumple, convence y, aunque se plantea como la última, nada está dicho. Emocionante y graciosa. Tierna y adorable. Así es ‘Toy Story 4’ y no podía ser de otra forma.
Puntaje: 8/10
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Año: 2019