Después de Toy Story 3 en 2010 pensábamos que la saga estaba terminada con un final redondo y muy emocionante, en lo que fue, la mejor película de Pixar según la crítica. Sin embargo, y casi de sorpresa hace unos años nos llego la noticia de todavía le quedaba un capítulo más a esta saga, esta vez con un nuevo director, Josh Cooley.
Llegó el momento y Toy Story 4 ya está en los cines y como no podía ser de otra manera, es una muy buena película tal como ya nos acostumbraron. Sin embargo, lejos quedó de la excelencia de su anterior entrega y por eso en esta crítica nos haremos hincapié en aquellos detalles que la hacen la película más "floja" a pesar de que el resultado final es muy positivo.
En primer lugar, Toy Story 3 era el final perfecto, Andy creció y la separación con sus juguetes ponía fin a un ciclo que comenzó allá por 1995. Esta nueva entrega vendría a ser una especie de epílogo, contándonos un capítulo más de esta historia que para algunos posiblemente sea innecesaria, notándose en algunos momentos por una falta de ideas para resolver ciertas incógnitas.
Otro punto a tener en cuenta es la emoción. En la 3 ya arrancábamos emocionados, no solo por volver a ver a Woody, Buzz y todos los personajes 11 años después, sino por que ya sabíamos que tarde o temprano los juguetes se iban a separar de Andy (y quizás entre ellos), algo que era totalmente inevitable. Ahora tenemos una historia que en todo momento, a través de la aventura, busca justificar la emoción que recién llega (y medio que de la nada) en los últimos 10 minutos de la película y de una forma que tan rápida que no nos dan tiempo a largar todas las lagrimas (aunque no se puede negar que esas lagrimas si existen) y que rompe con varios conceptos que se fueron armando a lo largo de todas las películas.
En esta nueva historia, Woody intentará convencer a Forky, una manualidad creada en el primer día de jardín de la pequeña Bonnie, que no solo es un juguete, sino que es trascendental para el crecimiento de la niña, al mismo tiempo que irá descubriendo que para la pequeña, él ya no tienen esa importancia que si la tenía con Andy.
Cuando Bonnie lleva a todo el grupo a su excursión familiar, Woody termina en un inesperado desvío que incluye un reencuentro con su vieja amiga perdida Bo Peep, un personaje que de haber sido omitida en la última película pasa a tener un notable protagonismo .
Otro aspecto que no termina de conformar es que la vieja banda de juguetes, los clásicos, tienen un protagonismo muy menor (incluido Buzz) con respecto a otras películas. Es que claro, los verdaderos protagonistas terminan siendo Woody y Bo Peep, pero sin dudas se espetaba un poco más de los otros personajes.
Todo esto no quita que Toy Story 4 es una película muy divertida, con una excelente animación, con las dosis de humor justa y con personajes alocados que de a poco entraran en nuestro corazón.
Ahora sí, creemos, llegó el adiós definitivo de una saga de película "infantil" pero que terminó atrapando a mas de una generación y que pasará a la historia de lo mejor del cine, pero con Toy Story uno nunca sabe si todavía que algo más para darnos..