Ha pasado casi una década y media del estreno de Toy Story, y ante el inminente estreno de más reciente continuación de la saga animada, realizada íntegramente en 3D, Disney Pixar decidió remozar y reestrenar este par de genialidades de la animación digital de John Lasseter. Hace dos semanas se repuso el primero, que mantiene una sorprendente vigencia gracias a una originalidad sustentada en irresistibles personajes, diálogos brillantes, ritmo sostenido y animación impecable. Sin olvidar el singular trasfondo del “maltrato” infantil a los juguetes, mensaje para nada desdeñable. Las bondades de la nueva versión en relieve se aprecian especialmente en las escenas de acción, aunque todo el producto tiene un mejor semblante.
Y ahora se da a conocer en 3D Toy Story 2, cuya revisión descubre un film aún superior al inicial, por la notable creatividad puesta en juego que se suma a momentos de gran emotividad, como la escena de la muñeca vaquera recordando el abandono de su dueña. Las nuevas técnicas potencian la excelencia de esta secuela y realzan visualmente ese arranque espacial protagonizado por Buzz Lightyear, y los vertiginosos tramos finales. Hay que aprovechar las pocas semanas que estarán en cartel y disfrutar en cine con niños -o adultos- de estas imperdibles versiones.