Trabajadores de la danza sigue proyectándose en el Gaumont después de haber desembarcado en ese espacio y en Cine.Ar Estrenos el jueves pasado. Las realizadoras Julia Martínez Heimann y Konstantina Bousmpoura estrenaron su documental en torno a la creación de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de la Argentina, poco antes del Día Internacional de la Danza y de que se cumplieran tres años de espera del tratamiento del proyecto de la Ley Nacional de Danza en el Congreso de la Nación.
El idioma es tan elocuente como el lenguaje corporal. El título del largometraje adelanta la distinción que también hacen los docentes que se proclaman “trabajadores de la educación”, los médicos que se reconocen como “trabajadores de la salud”, los periodistas que prefieren llamarse “trabajadores de prensa”.
La incorporación del sustantivo Trabajador le otorga o restituye al oficio, arte, profesión una dimensión sindical históricamente rechazada, negada y/o subestimada. Acaso por eso las documentalistas le prestan especial atención a la maduración discursiva de los bailarines entrevistados (al principio del film, algunos admiten que recién después de un accidente se dieron cuenta de la importancia de contar con una ART).
Martínez Heimann y Bousmpoura se tomaron seis años para realizar este seguimiento inspirado en la lucha que cuatro integrantes del ballet contemporáneo del Teatro General San Martín emprendieron tras haber sido despedidos por reclamar derechos laborales fundamentales. De ahí la posibilidad de capturar las marcas retóricas de politización.
A la par de este registro verbal, las realizadores filmaron coreografías que ilustran los intereses en pugna y las dificultades que supone la concreción de un proyecto colectivo que apunta, no sólo a la fundación de una compañía nacional de danza, sino a un plan de acción para conquistar derechos laborales. Dentro de ese plan, figura la elaboración del mencionado proyecto de ley que ingresó a la Cámara de Diputados el 29 de abril de 2014.
Martínez Heimann y Bousmpoura esperaron tres años para presentar su documental en sociedad. La decisión de estrenarlo el mismo jueves 27 de abril en que parte de nuestra comunidad artística volvió a movilizarse para reclamar la sanción legislativa habla a las claras de una esperanzadora comunión entre trabajadores del cine y de la danza.