La premisa de este falso documental uruguayo es tan ingeniosa como divertida. Traigan el porro imagina la improbable trastienda del proceso que culminó en la legalización de la marihuana en la República Oriental. Un farmacéutico que "ve la oportunidad" y se lanza, acompañado por su madre, a contactar y conseguir porro en Estados Unidos, como avanzada a la visita del Pepe Mujica a Barack Obama.
Bien realizada, con la ficción apuntalada por archivo reciente y la presencia del Pepe, tiene momentos desopilantes en su primera parte. Es cierto que el chiste se gasta un poco por el camino, o no sostiene hasta el final la misma gracia. Pero como broma construye un sólido docureality a la uruguaya, de entusiasmo cansino, con ese humor asordinado, un poco a contrapelo, que brilla en las mejores ficciones de la cinematografía charrúa.