En 2013, cuando Uruguay discutía la aprobación del consumo de marihuana con fines recreativos, los pícaros de una productora de videoclips y publicidades hicieron un esquicio con cámara oculta, donde un falso farmacéutico y un falso policía sorprendían a los posibles clientes. La siguiente broma fue inventarse la página oficial de una supuesta Cámara Uruguaya de Marihuana Legal, y en tal carácter inscribirse en una gran convención de marihuaneros en Denver, Colorado, único Estado norteamericano que legalizó el consumo. Luego, una colecta entre amigos, clientes y simpatizantes les permitió viajar a ese y otros encuentros cannábicos, armar allí un stand, hacer otras macanas similares y registrarlo todo con cámara oculta y/o con diversos compinches.
Ahora, la frutilla del postre: en la broma participan el entonces presidente uruguayo y el embajador de ese país en los EE.UU. Tardaremos bastante en saber si lo hicieron plenamente a sabiendas o a ellos también les tomaron total o parcialmente el pelo. Por lo pronto, y por complicidad o por montaje, he aquí una comedia de humor típicamente uruguayo donde Pepe Mujica en persona le encarga al presidente de la Cámara (el antedicho farmacéutico), la madre de éste (madre auténtica del actor), y el policía (ya retirado) que traigan de Norteamérica 50 toneladas de cannabis para consumo interno. Y allá van nuestros héroes.
Sorprende la originalidad, la gracia y el desparpajo del grupo. También, la bonhomía campechana de Mujica. Y se pasa el rato, aunque algunos conocedores dicen que esta película se disfruta mejor si uno está fumado. Eso recuerda la anécdota de aquel viejo cine porteño que exhibió en trasnoche la comedia under "Pernicioso vegetal", en 2002. Había tanto humo en la sala que el proyectorista no podía hacer foco. "¿Vos crees que se van a dar cuenta?", lo tranquilizó el dueño del local.