Está hablando del faso
Dicen por ahí que el humor salva al mundo. Dicen por ahí que el cine como arte tiene la capacidad asombrosa de transformar. Y en un país como Argentina, con varias asignaturas pendientes todavía, el mockumentary –o falso documental- Traigan el porro (2017), dirigida, guionada y producida por Denny Brechner, parece traernos un halo de esa frescura transformadora bajo una actitud desfachatada (en el mejor sentido de la palabra).
Todo comenzó en Uruguay semanas antes de que se apruebe la legalización de la marihuana con un video que se volvió viral –visto por más de un millón de personas en todo el mundo- en el que se mostraba cómo en una farmacia de barrio se ofrecían brownies de cannabis. Después la legalización fue un hecho pero había otro problema: faltaba materia prima para su producción. Así, el mismo equipo de la farmacia crea la falsa Cámara Uruguaya de la Marihuana Legal con el apoyo del mismísimo José “Pepe” Mujica, en ese entonces presidente, como parte de una prueba “piloto” del propio gobierno, que consistía en viajar a los Estados Unidos y traer esa mercadería.
Lo que parecía ser una propuesta de película casera, imposible de ser tomada en serio, se vuelve toda una producción de nivel, siempre apelando al delirio consciente, a los diálogos desopilantes y a escenas perfectamente contadas que recrean satíricamente una misión secreta y hasta reuniones con embajadores y el ex presidente Barack Obama (con imágenes de archivo adaptadas y editadas acorde al tono y la situación).
La pregunta obvia del espectador es cómo Denny Brechner ha conseguido todo esto, pero eso no importa. Era un momento memorable. Todo el mundo estaba mirando a Uruguay y el realizador aporta su granito de arena con desparpajo: de una apuesta simple y cómica a un film más elaborado, no pretencioso pero tampoco improvisado que “habla del faso”.