Ruido, persecuciones y una trama incomprensible
La cosa es simple. Como otras veces en la historia del mundo, un gobierno se salva de la destrucción gracias a los soldados extranjeros puestos a su servicio, y luego los mata para evitar riesgos. O investiga su naturaleza, incorpora sus técnicas, y los termina superando. Al menos eso pretende, pero la historia tiene sus vericuetos.
Así, en este capítulo de los transformers los fierros buenos son traicionados por gente desagradecida, una empresa contratista estudia cómo desarrollar aparatos superiores pero más controlables para formar un ejército robótico, las autoridades pretenden usar lo que todavía no es seguro, y encima las diversas máquinas antropomórficas tienen cuentas que saldar entre ellas, y humanos capaces de hacer acuerdos espúreos con los fierros malos. Al menos eso parece, porque la película tiene sus confusiones.
Lo que queda más o menos claro es que hay un noble americano, de oficio inventor, cuenta bancaria nula y bandera de barras y estrellas ondeando al frente de su casa, que salva la vida del líder de los fierros buenos, entabla con ellos una alianza, y vive con su hija adolescente y otro fulano una sucesión de aventuras adrenalínicas, que nadie sabe cómo se hilvana una con otra pero tampoco a nadie le importa. Quien vio las anteriores ya sabe de qué se trata y saldrá empachado de tantas persecuciones, destrucciones, bravuconadas, latas ruidosas y música de alto volumen que se le ofrecen a lo largo de 165 largos minutos. Acá pelean Autobots, Decepticons, Galvatron, Megatron, Optimus Prime, Bumblebee, Santa Milonguita y el Topolino, y hasta hay ratas y dinosaurios, aviones y drones, dragones, científicos bobos, chinas karatecas, la mitad del mercado asiático dispuesto para el desastre, y hasta un chiste alegórico: el héroe alienígena se oculta en un cine abandonado.
Otros chistes pueden pasar inadvertidos, como el robot estilo Number 5 de "Cortocircuito" que está arreglando el inventor. Del resto, apenas hay un actor, Stanley Tucci, que hace de empresario cínico sin mayor esfuerzo, y un guionista, que también es coproductor y probablemente escribió media película con unas copas de más porque seguro que ni él la entiende. Dicho sea de paso, ¡qué lindo era el dibujito "Transformers"! Para las voces de la película estuvieron Orson Welles, Leonard Nimoy, Robert Stack y Lionel Stander.