No pocos cuestionaron a la era de Michael Bay al frente de la franquicia de Transformers por su estética grasa, su falta de sutileza, sus excesos testosterónicos y su humor de vuelo rasante, pero luego de ver la básica, elemental y anodina El despertar de las bestias ocurre lo impensado: ¡extrañanos a Michael Bay!
La incursión en la saga de Steven Caple Jr. (el mismo de Creed II: Defendiendo el legado) parece hecha a reglamento, con piloto automático, y el resultado es un film rutinario y a pura fórmula, sin sorpresas ni destellos de ningún tipo.
El protagonista de El despertar de las bestias es Noah Diaz (Anthony Ramos, visto en Hamilton y En el barrio), un joven latino del Brooklyn de 1994 que vive con su madre y con Kris (Dean Scott Vazquez), su hermano de apenas 11 años que sufre una anemia de células falciformes. Mientras intenta sin suerte conseguir un trabajo como guardia de seguridad (supo combatir en el ejército), sufre porque la deuda hospitalaria de la familia por los tratamientos para Kris no deja de dispararse hasta tornarse impagable. El otro personaje (humano) principal es el de Elena Wallace (Dominique Fishback), sufrida investigadora de un museo en el que su jefa suele apropiarse del resultado y los beneficios de sus hallazgos.
Y serán estos dos antihéroes quienes unirán fuerza con los Autobots liderados por el mítico Optimus Prime y una nueva “raza” de Transformers llamados Maximals (tienen figuras de animales como el gorila Optimus Primal con la voz de Ron Perlman o la halcón Airazor con la voz de Michelle Yeoh) para combatir a los despiadados Terrorcons, herederos de los Decepticons, que tienen a Scourge (la voz de Peter Dinklage) como guerrero principal al servicio del villano Unicron (Colman Domingo).
Ya sea en las calles de Bushwick o en las ruinas Cusco (en verdad la segunda mitad no se rodó en Perú sino en... ¡Islandia!), la acción resulta obvia, rudimentaria y mecánica: transformaciones de autos y camiones en robots, todo tipo de persecuciones, luchas cuerpo a cuerpo y frases altisonantes respecto de que los Transformers unidos jamás serán vencidos...
Lo mejor de El despertar de las bestias no pasa precisamente por sus imágenes sino por una banda de sonido que incluye obras maestras del hip hop a cargo de Wu-Tang Clan, A Tribe Called Quest, The Notorious B.I.G., Nas y LL Cool J, entre otros. El soundtrack luce así mucho más tentador que la película. El final, de todas formas, da una pista de lo que vendrá: un crossover entre Transformers y G.I. Joe. Que sigan ¿los éxitos?