Cine chatarra
Voy a decirlo sin preámbulos: Michael Bay filma mal. No sólo es un flojo narrador (en las escenas de acción no logra la más mínima fluidez, no hay transiciones y muchas veces no se entiende qué está pasando) sino que además nos regala dosis de misoginia y patrioterismo que resultan hirientes. Su humor adolescentón tampoco ayuda demasiado, por más que la billetera le permita contratar a muy buenos secundarios como -en este caso- John Turturro, Frances McDormand o John Malkovich.
Una vez que ya hemos "disfrutado" de los autos, camiones y otras máquinas que se convierten en Autobots (los robots buenos) y Decepticons (los malos), que vemos el enésimo enfrentamiento a pura pirotecnia de CGI nos queda una sensación de vacío y de bronca. Bronca por tanta banderita estadounidense flameando mientras los marines nos salvan del fin del mundo, por tanto primer plano de culo y teta para los urgidos preadolescentes y los babosos machistas (ahora con Rosie Huntintong-Whiteley en lugar de la despedida Megan Fox), por tantos minutos ridículos, absurdos y ¡aburridos! en el que se propone una trama que "justifique" lo único que aquí importa: el "rompan todo" de la hora final.
Bay y Spíelberg seguirán llenándose los bolsillos con esta robótica y solemne (¡ay, esa voz en off!) saga, pero en el terreno de la historia del cine no habrán ganado ni un mínimo de reconocimiento con una propuesta arbitraria y en muchos sentidos -sobre todo ideológicos- abyecta. No podemos quedarnos con que es "grasa" e "inimputable". Es una mala película.