Han llegado. Ya están de regreso en nuestras carteleras los queridos Transformers con la tercera parte dirigida por MIchael Bay.
Para posicionar esta Transformers: El Lado Oscuro de la Luna en la franquicia se podría decir que no supera al muy buen nivel de la primera, pero si deja atrás el mal sabor de la segunda que sin dudas es la más floja de la trilogía.
En esta ocasión, Miguelito nos va a contar como los Autobots deben salvar al mundo una vez más, luego de ser traicionados por los humanos al ocultarles una preciada información que podría haber sido vital para reconstruir su planeta.
Siempre creo que uno como espectador debe estar mínimamente informado de la película que va a ver. En este caso tenemos que tener en cuenta que si vamos a ver un film que tiene a Bay detrás de las cámaras nos encontraremos con escenas de acción filmadas espectacularmente, momentos insoportablemente solemnes, clichés, mujeres hermosas, machismo, música ampulosa, excesos de patriotismo y demás cuestiones que construyen el estilo de este particular director. Guste o no, este es el sello de Bay y ninguna de las tres obras que integran la saga Transformers son la excepción.
Si uno va esperando encontrar una película que no tenga esos elementos seguramente salga completamente decepcionado del cine, pero si va en busca de ver una cinta con robots que se transforman en autos para salvar al mundo junto con un grupo de valientes soldados americanos saldrá altamente satisfecho, porque en ese sentido Transformers: El Lado Oscuro de la Luna cumple con lo prometido.
Obviamente que podría ser un producto mucho más logrado y profundo, pero no por eso se la puede destrozar.
Transformers 3 tiene muchísimos momentos pasados en solemnidad, pero también hay que destacar que esas secuencias se ven contrastadas por las varias escenas de humor que tiene a lo largo de sus 157 minutos. Por ende creo que de alguna manera la película queda balanceada en el resultado final entre la seriedad de los conflictos, y el tono humorístico con que son narrados.
Este "balanceo" no es un dato menor, debido a que la segunda parte de esta trilogía se encontraba mucho más inclinada hacia el humor que hacia la acción, dejando en segundo plano lo que todos queremos ver: a los Transformers batallando a más no poder.
Otro de los aciertos que tomo en cuenta para esta tercera parte en comparación a las anteriores, es que las luchas entre los Autobots y los Decepticons se entienden perfectamente, algo que en la primera y en la segunda edición se tornaba bastante confuso por momentos debido a la gran masa metálica que se mostraba en la pantalla.
Quiero afirmar públicamente que banco a muerte a Shia LaBeouf, porque actuar bien y no derrapar en una película dirigida por el querido Miguelito es muy complejo y Shia remó en dulce de leche con las inexpresivas Megan Fox y ahora Rosie Huntington-Whiteley como parteneres siempre con muy buenos resultados, tanto en las escenas de humor, como en las escenas dramáticas y de acción. Quiero aclarar que con el cambio Rosie por Megan, la película sale ganando debido a que la modelo de Victoria's Secret no tiene nada que envidiarle tanto sea en belleza como en la interpretación, lo que habla muy mal de la primera que en teoría es actriz.
Mención especial para John Turturro, John Malkovich y Frances McDormand, que son los encargados de aportar los momentos más graciosos dentro del film.
Transformers: El Lado Oscuro de la Luna es un digno cierre para una trilogía que más allá de algunos altibajos supo mostrarnos decentemente a Optimus y su banda en la gran pantalla.