Un hombre huye de los nazis y finge ser otro; atrapado en Marsella, encuentra a una joven que busca a su esposo desaparecido, casualmente el hombre que el refugiado finge ser. Esto es melodrama, claro y directo, pero también una manera de narrar algo más, de transformar la Historia en ficción para comprenderla mejor. Hay algo de Casablanca en el film y Petzold vuelve a mostrar que es de los cineastas más efectivos de la actualidad.