Este documental incursiona en el trabajo de Pascual Condito, un histórico distribuidor de películas nacionales que, si bien no es conocido por la gente, si tiene el conocimiento y reconocimiento en el ambiente cinematográfico.
Con sabor a Cinema Paradiso
Este título no es aleatorio, varios son los puntos de conexión entre Tras la Pantalla y el clásico Cinema Paradiso, pero no solo porque nuestro protagonista es italiano, o sea una de sus películas preferidas, tal como se deja entrever en el documental, sino más bien el contexto desde el que se aborda al protagonista.
Pascual Condito es uno de los distribuidores más importantes del país con una trayectoria de 25 años en el rubro y con un catálogo que cuenta con una gran cantidad de excelentes películas nacionales, tal como Aniceto, e internacionales como Trainspotting. En este largometraje documental se lo retrata en plena mudanza de su oficina en el barrio de Balvanera (histórico barrio de cine donde en otras épocas se reunían directores, productores, distribuidores y exhibidores), lo que implica remover cajas y cajas con fotos, afiches, historias y recuerdos tanto del cine argentino como internacional. Asimismo se lo retrata a Condito trabajando y reuniéndose con trabajadores del séptimo arte donde discuten problemáticas de la producción actual y posibles soluciones.
Una radiografía del cine
Marcos Martinez nos presenta en esta película una descripción postmodernista, cruda y real de lo que sucede actualmente con la producción nacional, especialmente en el sistema de distribución y exhibición. Pascual Condito es un ícono en ésta área y nada mejor que plasmar sus altibajos para representar lo que pasa durante esa etapa de vida de las películas, etapa que no es demasiado tenida en cuenta por los entes que se encargan de la producción argentina.
Estéticamente el documental pareciera plasmar una prioridad por captar momentos, algunos dejan entreverse forzados y otros no tanto. Sin embargo, cabe destacar que conceptualmente logra transmitir problematicas actuales en el cine nacional y cumple a rajatabla con los paradigmas de un documental clásico, dejando un poco de lado la fotografía y el arte, sino la esencia de lo que se dice, se discute o actúa.
Conclusión
Tras la Pantalla no considero que sea una película para todo público, pero creo que satisfará a cinéfilos, estudiantes y cualquiera que tenga que ver con este hermoso arte. Por momentos emotiva, en otro momentos graciosa, polémica y varios adjetivos más que puedo seguir sumando a este documental, aunque todo se resume diciendo que Pascual Condito genera empatía en todo momento con el espectador y permite repensar una etapa poco explotada de la producción.