El regreso del gran director Istvan Szabo, que colaboró con el guion basado en la novela de Magda Szabo (no tienen parentesco), le permite a Helen Mirren sorprendernos con una actuación deslumbrante, en la piel de una mujer rodeada de misterio, desconfiada, dura en relación con una escritora joven, en cuya casa trabaja. Clima de desconfianza, como el momento histórico húngaro, con gran producción.