El más famoso director húngaro regresa al ruedo después de un largo tiempo ("Rokonok" fue la última allá por 2006), con una historia áspera, dura e introspectiva, en la que explora el aislamiento, las relaciones de poder y el valor de los secretos. István Szabó vuelve y nada menos que con una ganadora del Oscar en sus filas, la talentosa Helen Mirren, en el rol principal.
"The Door" presenta un vínculo complejo entre dos mujeres, en un ambiente asimétrico (por así decirlo): Emerenc (Mirren) es el personal de servicio contratado por la escritora Magda (Martina Gedeck, de la excepcional, "La vida de los Otros"), quien se establece en un pueblito rural con su esposo para realizar su trabajo. La primera, vive bastante aislada y es de gesto adusto, por sus modales, sabemos que no ha tenido tiempos buenos. Estamos en los 60' y todavía bajo el régimen soviético en la Europa Oriental, por lo que el contexto define también la manera en que se vive y se relacionan las personas.
Emerenc oculta, según dicen en el pueblo, un pasado oscuro. Y esto puede estar relacionado con conservar bienes confiscados a los judíos en la época nazi. Esto se apoya en el hecho objetivo de que la mujer, no deja entrar a nadie a su casa. Lo cual sucita todo tipo de conjeturas sobre lo que en ella se encuentra. Por otro lado, Magda tiene otro conflicto con su propia producción (literaria), su última obra fue vapuleada por la prensa pero extrañamente apoyada por el Ministro de Cultura, su modo de vista es difícil de explicar en un país de un socialismo extremo, por lo cual se trasluce que algo de su trabajo está relacionado con cierto apoyo al régimen. Las dos se ven en la obligación de relacionarse. Conocerse. Explorarse. Y confiar.
Y ese es el punto donde se apoya la vision de Szabó: la construcción del espacio compartido. La adquisición de la confianza y el valor de respetar a los sujetos por lo que son, con su historia. Y todo, dentro de un momento político específico, bien caracterizado y ciertamente denso e invasivo.
La cinta nos traerá el proceso que Emerenc y Magda viven para resolver su necesidad del otro en un escenario difícil, frío y sutil.
"La puerta" no es sólo el enigma por saber que oculta la empleada doméstica en su casa, sino la representación simbólica del medio para acceder a los secretos o la interioridad de un alguien. Cómo abrirla es la cuestión.
Mirren hace lo suyo con su habitual solvencia, quizás un poco lejos de sus mejores tiempos, pero con una composición acorde y potente. Gedeck complementa ese dúo un escalón abajo, pero logra momentos interesantes en sus encuentros con su mucama y las discusiones con su marido (Tibor, jugado por Károly Eperjes). No es un cine para adeptos a lo comercial, desde ya.
"The Door" está filmada con prestancia, encuadres pausados y secuencias con cortes ajustados y a veces abruptos. Probablemente no sea de los más redondos trabajos del húngaro, pero hay que reconocerle su prestancia y porte para abordar la historia de su geografía. En definitiva, es un film que no podés dejar pasar, si te gusta Mirren o sos habitué del buen cine europeo.