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Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

La respuesta rusa a la miniserie de HBO

El film dirigido y protagonizado por Danila Kozlovskiy es una épica superproducción que narra la hazaña de los bomberos ante la explosión de la central nuclear.

La guerra fría no ha terminado o, mejor dicho, ha vuelto a empezar. Desde la llegada del hombre a la luna, soviéticos y estadounidenses se han disputado el liderazgo en materia de avances tecnológicos, cuestión que la creación de la vacuna contra el Covid ha puesto nuevamente sobre la mesa.

La Unión Soviética ya no existe y la trágica explosión de la central nuclear tuvo mucho que ver con eso. Atrás quedó la disputa intergaláctica que puso a 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968) contra Solaris (1972). En 2019 HBO produjo una miniserie de cinco capítulos sobre la catástrofe en Chernobyl con una tendenciosa ideología que aprovechaba para dejar mal parados a los rusos. Dos años después llega Chernóbil: La película (Chernobyl: Abyss, 2021) a 35 años de la explosión.

Si la miniserie dirigida por Johan Renck hacía foco en la incontrolable dimensión de la explosión de la central nuclear ubicada en la actual Ucrania, con una incansable búsqueda de los responsables, la película rusa nunca indaga en las causas sino que se dedica al grupo humano y su heroico papel por atenuar los efectos del desastre. Alexey (Danila Kozlovskiy) es uno de los bomberos que, junto a Valery (Filipp Avdeyev), un ingeniero, y Boris (Nikolay Kozak), un buzo militar, tienen la peligrosa misión de sumergirse debajo del reactor en llamas para drenar el agua de un depósito y poder apagar el fuego. A su vez el protagonista debe ayudar a Olga (Oksana Akínshina) y su pequeño hijo afectado por la radiación.

Rusia hace una película al estilo yankee con ideales patrióticos, la historia de amor en medio y la espectacularidad propia de este tipo de producciones. En un momento un personaje osa hablar del sistema y otro le responde “el sistema es como la radiación, simplemente está ahí y no puede evitarse”. Fin de la auto crítica. Pero para ser justos la multipremiada miniserie protagonizada por Jared Harris y Stellan Skarsgård también repartía ideología cada vez que podía, y el episodio de la matanza de los perros (no por lo que se cuenta sino por la manera de ser filmado) así lo demuestra.

No hay una producción mejor que otra porque son muy distintas en sus intenciones. La película se enmarca en el revisionismo ruso, muy de moda en la producción mainstream contemporánea del país presidido por Putín, y en esa línea despliega su propia mirada de lo ocurrido con tintes sensacionalistas.