Ficciones de lo real
Tras las repercusiones de su film De caravana, que atrajo la atención de la crítica hacia el llamado nuevo cine cordobés, Rosendo Ruiz estrena su segundo trabajo, que mezcla ficción con documental y algún condimento fantástico. Ambientada en el Festival de Cine de Cosquín de 2013, la película sigue a Matías, un asistente de producción cinéfilo y aspirante a realizador, que disfruta su tarea de entrevistar a popes del cine independiente argentino. Al llegar a su hotel, Matías conoce accidentalmente a Lorena, una bailarina de folklore de la ciudad de Córdoba interesada en el nuevo cine. Aunque el cruce de ficción a documental es forzado e inconsecuente, Ruiz maneja bien el plano de seducción; muestra naturalmente la atracción entre los personajes, que se modifica con la aparición de un tercero en discordia. Los tres asisten a las funciones, charlan con José Campusano y usan anteojos 3D para protegerse de una mayor profusión de rayos ultravioletas que, según los expertos, podrían generar alucinaciones. Con el personaje como excusa, en la película hay entrevistas a Campusano, Nicolás Prividera y Gustavo Fontán, entre otros, además de mención a películas cordobesas como la recomendable Atlántida, recientemente estrenada.