Este film nació de un encuentro de tres viejos amigos que son referentes de la cultura latinoamericana: el pintor Luis Felipe "Yuyo" Noé, el dramaturgo y actor Eduardo "Tato" Pavlovsky y el realizador Fernando "Pino" Solanas. A ellos se sumaron sus hijos cineastas –Gaspar Noé y Juan Solanas-, que por pedido de Pino, filmaron sin suponer que del rodaje iba a nacer un film sobre el proceso creativo. Comienza la charla tomando un vino y entre bromas, anécdotas e historias de vida, descubren la "cocina" de sus obras y su forma de trabajar. La deriva creativa de los tres se parece: conciben la obra abierta e inacabada y fusionando géneros y estilos logran un moderno barroco suramericano.