Bouchared apuesta fuerte en esta propuesta intensa, que combina la denuncia social y la mirada política con la intriga propia del mejor thriller (muy a la manera del cine de Costa Gavras). Acá, los sentimientos fraternos se mezclan con un enfoque que enjuicia claramente la política francesa posterior a la caída del nazismo, hasta arribar a la independencia de Argelia. Tres hermanos son desalojados de sus tierras sin miramientos porque no tienen la documentación en regla. Más tarde padecerán en carne propia las consecuencias de la matanza de Sétif, en 1945, cuando las fuerzas de ocupación francesas masacraron a 40.000 argelinos para sofocar un levantamiento. La propuesta, de tono revisionista, registra las miserias y excesos de la política colonial mientras sigue el azaroso itinerario de los protagonistas, en un contexto impiadoso. Film polémico y revelador.