Curiosidad: este film que trata de una familia argelina que se involucra tanto en la independencia de su país como en la mafia, causó protestas en Cannes. En realidad no pasó nada, como no pasa demasiado con el film, un relato narrado con precisión sobre política, crimen y familia, previsible aunque entretenido, sin aristas que queden en la memoria. Las actuaciones carecen de énfasis, la reconstrucción de época es lujosa y el film es como una novela por la cantidad de sus peripecias. Y no mucho más, por cierto.