Así como en LOS INDESTRUCTIBLES los héroes de acción de los ochenta se rendían un auto homenaje, en esta oportunidad parece ocurrir algo similar pero con un terceto de veteranos ganadores del Oscar. El resultado: una comedia geriátrica, con toques de thriller de acción, artificial, trillada y con pocos momentos realmente divertidos. De todas formas, encontrarse con este trío de enormes actores compartiendo la pantalla es un aliciente, que los buscadores del cine pasatista, sabrán apreciar.