No es una gran película. Apenas el soporte para que tres leyendas del cine se reúnan. Tres exmuchachos duros, gansters en decadencia. Uno sale de la cárcel después de 28 años sin vender a sus compañeros. Otro va a buscarlo pero tiene el encargo de matarlo. Un tercero esta en un geriátrico. Solo tienen una noche donde quieren pasarla bien, no son finos, no piden mucho. Pero están Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin. Por ellos vale.