Otro film sobre envejecer: dos criminales buscan a un gran amigo que acaba de salir de la cárcel porque deben matarlo, pero le ofrecen una última noche de amistad y cariño. Lo que rescata la película de la cantidad de trivialidades que superpone el guión es que Al Pacino, Alan Arkin y Christopher Walken son tres tipos a los que uno no puede dejar de mirar. Ellos proveen a una fórmula mínima su pequeño pero visible capital explosivo.