Ruben Plataneo presenta su tercera película como una lograda reconstrucción policial sobre la muerte de un grupo de jóvenes en manos de uno de los carteles de la droga que impera en el Rosario tierra adentro.
En el arranque los muestra con vida, al final también, y en el medio desanda los caminos de la justicia por determinar y sentenciar una condena para aquellos que cometieron el asesinato. Desde lo particular Plataneo nos habla de la pérdida de posibilidades de un grupo etario, de una parte de la sociedad que vive aislada y en condiciones infrahumanas, y que aun así sale todos los días a pelearla. Dolorosa y necesaria.