En el 2001 Jerry Bruckheimer fue responsable de producir La caída del Halcón Negro, esa gran obra de Ridley Scott, que sobresalió entre las mejores películas bélicas estrenadas en la primera década del siglo 21.
Tras desarrollar numerosos proyectos para Disney en los últimos años, Bruckheimer regresa al género con una nueva propuesta que difícilmente quedará en el recuerdo.
Nos encontramos ante una película que aborda la guerra de un modo bastante optimista y cuando llega a su conclusión parecería que Estados Unidos resolvió todo el conflicto de Oriente Medio en un solo combate, cuando es un tema que sigue vigente.
La premisa del argumento es atractiva y gira en torno a la misión de lo que fue la primera unidad de soldados norteamericanos que enfrentaron a los talibanes en Afganistán, un mes después de los atentados de 11 de Septiembre.
Superados por un número mayor de enemigos los soldados estadounidenses terminaron involucrados en primitivos combates a caballos, que es una particularidad que hizo popular a este caso y no en vano esta cuestión se retrató en los pósters del film.
La historia de la primera campaña militar contra los talibanes recién se hizo púbica en el 2010 y la verdad que es muy interesante por el caos político de la región. Sin embargo, el tratamiento cinematográfico en la dirección es lo que tira abajo esta película.
Bruckheimer delegó la realización en el debutante Nicolai Fulgsig, quien se hizo conocido en el campo publicitario por un famoso comercial de Sony Bravia que incluía 250 mil pelotas de colores. En Tropas de héroes presenta una película bastante ordinaria y aburrida que no tienen tanta acción como se muestra en los avances y se centra más en la organización de los procedimientos militares.
Durante la primera hora no pasa gran cosa y el director inserta tiroteos genéricos que luego se vuelven redundantes y carecen de tensión.
En el último tiempo pudimos ver obras bélicas que presentaban secuencias de acción intensas, como la miniserie de Steven Spielberg, The Pacific, la excelente obra de Peter Berg, El sobreviviente, 13 horas (Michael Bay), Hasta el último hombre (Mel Gibson) y más recientemente Dunkerke que al menos manejaban mejor el suspenso.
A lo largo del conflicto esta película en ningún momento transmite la sensación que los personajes se encuentren en peligro, cuando en la vida real estaban en una situación complicada.
Por otra parte, Fulgsig desperdicia criminalmente a tremendos actores como Michael Shannon y Michael Peña que no aportan demasiado. Un actor desconocido podía haber interpretado cualquiera de esos personajes y esta producción no se alteraba en absoluto.
Chris Hemsworth es la figura que se carga en sus hombros el film y logra sacarlo adelante con un trabajo decente.
Recién en los 15 minutos finales aparecen las grandes secuencias de acción que se muestran en los trailers, con los talibanes que mueren como si fueran personajes de un video juego.
Tropa de héroes no es una película mala, pero frente a los últimos estrenos que se conocieron en este género resulta una producción televisiva de los años ´90.