Cuando Joseph McCarthy creó las famosas “Listas Negras”, gran parte de la población artística de los Estados Unidos se vio obligada a permanecer en las sombras ya que eran considerados traidores a la patria por ser comunistas. Elia Kazan, Gary Cooper y Arthur Miller, entre otros tantos más, llamaron a esta persecución -solo por pensar distinto al gobierno- como: “Caza de Brujas”.
El estreno que llega ahora, Regreso con gloria, refleja cómo el guionista Dalton Trumbo, en ese mismo periodo, también se vio obligado a firmar sus libretos con distintos seudónimos para poder continuar con su trabajo cuando se encontraba en la cima de Hollywood.
De todas formas, siguió creando y corrigiendo guiones para mantener sus ideales. No importaba si le pagaban monedas o su guión ganaba un Oscar, el impulso lo hallaba en expresar entre líneas su pensamiento. A pesar de todo, tuvo que enfrentar a John Wayne que venía con las botas de punta como Presidente del Comité de Actividades Antiamericanas y un año en prisión por negarse a declarar -o delatar a sus compañeros-, ingresando a una nueva lista apodada por la prensa de la época como “Los 10 de Hollywood”.
Trumbo mantuvo sus ideales a pesar de ser perseguido.
Una vez en libertad, pero siempre vigilado, Trumbo logró su más esperado reconocimiento cuando logró firmar con su verdadero nombre. Esta recuperación de su identidad la logró gracias al director Otto Preminger y el actor Kirk Douglas a quienes no les importaron las presiones y acudieron a él para que se encargara de escribir Exodus y Spartacus.
Regreso con gloria, es sin dudas, una biopic de Dalton Trumbo que refleja (y a pesar de todo) con humor una época atroz de Estados Unidos.
Paradójicamente, esta película despierta un pasado que parece repetirse en la fábrica de los sueños. En la última ceremonia de entrega de los premios Oscar se manifestó lo que viven en la actualidad los actores de piel morena, presentando un discurso directo a las barbaridades que manifiesta Donald Trump.