La gran Charlize Theron se luce como la desbordada madre de dos hijos que afronta un tercer embarazo (no deseado) y varios otros problemas cotidianos que transforman la vida en una especie de Infierno. Pero aparece una niñera, Tully, para quizás resolverlos. Lo que lleva a una descripción cruel y sincera de la maternidad de hoy, de enorme acidez y sinceridad. En última instancia, una vuelta de tuerca (casi una respuesta contemporánea) al mito de Mary Poppins.