De la mano de 20th Century Fox y Dreamworks Animation nos llega Turbo, una película que lo que carece de originalidad lo compensa en entretenimiento, buena animación y un correcto uso del 3D.
Rápidos y Moluscos
Turbo es un caracol de jardín común y corriente. Trabaja en una huerta de tomates junto a otros miles de caracoles donde todos los días son iguales al anterior y donde sus vidas pueden terminar en un instante por las distintas amenazas que los acechan a todo momento. Pero Turbo tiene un sueño: ser el caracol más rápido del mundo, y luego de un extraño accidente lo consigue. Lejos de la huerta Turbo conocerá a otros caracoles amantes de la adrenalina y a Tito, un empleado de un restaurante de tacos, quien al ver su velocidad y con ánimo de salvar su negocio y el de sus amigos, lo inscribe para correr junto con los autos más veloces del mundo en la Indy 500.
Lo importante es compensar
Desde que en el año 1976 Sylvester Stallone estrenó Rocky, la lista de películas sobre la perseverancia y la autosuperación es casi infinita. Este tema es también uno de los preferidos del cine de animación, por lo cual a esta altura difícilmente se pueda ver a Turbo como una novedad. Dicho eso, es digno de destacar que a pesar de tocar un tema tratado hasta el hartazgo, Turbo termina siendo una película simpática e inofensiva. El mayor acierto del film está en no caer en el exceso de sentimentalismo que muchas veces viene de la mano con una trama como esta, de hecho es todo lo contrario, Turbo apuesta fuerte al humor y consigue sacarnos más de una sonrisa y carcajadas.
Aunque a nivel guión Turbo es “una más”, a nivel visual la película es excelente. La paleta de colores y las texturas (sobre todo si la ven en digital) son simplemente espectaculares. El nivel de detalle que se logró, sobre todo cuando vemos de cerca al caracol o durante las carreras, son un placer para los ojos. También es digo de mencionar el fantástico uso del 3D, y lo digo con todo el dolor del mundo porque no soy un simpatizante del formato. El film aprovecha al máximo las perspectivas y se puede ver lo mejor de esta tercera dimensión sobre los últimos minutos, cuando Turbo ingresa a la competencia de autos.
Aunque en su idioma original la película cuenta con las voces de talentos como Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Michael Peña y Paul Giamatti, por desgracia (al menos para los adultos) la versión que vimos estaba doblada al español. Y si bien soy un ferviente creyente de que las películas deben verse en su idioma original, cabe destacar que el doblaje está muy bien y acompaña el tono del relato.
Conclusión
Turbo es una película divertida que a fuerza de risas hace olvidar las falencias de un guión poco original. Tierna e inofensiva, los más chiquitos sin lugar a dudas la disfrutarán al máximo mientras que los más grandes difícilmente resulten aburridos. El 3D expande la experiencia cinematográfica y es uno de los pocos casos donde está al servicio del relato y funciona como se debe. Sin lugar a dudas es una buena opción para estas vacaciones de invierno.