Poderoso el caracol
En el cine el verosímil no tiene porqué ser respetado, mucho menos si se trata de una animación. Y la originalidad de “Turbo” es que sus pequeños héroes ni siquiera se ciñen a un modelo antropomorfo. Así resulta posible que un caracol protagonice un filme, que compitan en Fórmula 1 mientras se desplazan con sus frágiles cuerpitos... a 300 kilómetros por hora. El encargado del prodigio es uno más entre una colonia de caracoles que viven de una huerta de tometes. Con toda su inocencia, “Turbo” resulta una película atractiva y original. Aunque el filme no escapa al formato de un relato sobre la superación de los obstáculos, DreamWoks, como lo hizo en “Antz” con las hormigas, genera empatía y transforma en héroe a otra criatura generalmente subestimada y combatida.