T.Ves?

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Estamos en el aire (o en el horno)

Diego Recalde, hacedor de obras como la mítica Sidra (2010), Habano y cigarrillos (2008) y El Periodista (2012) presenta su nueva y vieja película T.VES? Nueva porque es la última en estrenarse y vieja porque data de 2004, aunque por su temática resulta hoy mucho más actual que en su pasado reciente.

Una rebelión en el planeta Marte pone en alerta a todo el universo. Los martianos (como se llaman en la película) que fueron invadidos por los Estados Unidos atraviesan una fuerte crisis socioeconómica y piden a gritos volver a ser lo que eran antes. El pueblo se ha sublevado y desde el lejano planeta un periodista, instalado en un lujoso hotel, transmite para una cadena de noticias. Mientras tanto en la tierra grupos izquierdistas se manifiestan frente a la embajada norteamericana pidiendo la liberación de Marte y un escritor con envejecimiento prematuro opina sobre lo que está ocurriendo.

En T.VES? Diego Recalde realiza una fuerte crítica a los medios de comunicación y a la manipulación de la información a través de una película que funciona con la estructura de un noticiero de televisión, en donde el conductor informará de acuerdo a los propios intereses o a los de la empresa a la que representa. (Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia)

El espectador no solo verá una película, sino que también un noticiero. Diferentes segmentos, en donde la información será tergiversada por sus múltiples lecturas apelando a cuanto recurso sensacionalista exista y a la desinformación misma, atravesarán T.VES?, pero obviamente todo tratado desde la ironía y el humor negro.

Recalde no tiene filtro y se la juega entero, sin importarle ninguna consecuencia. Va en contra de la corrección política tirándose no solo contra los medios sino también contra cierto sector del periodismo, las multinacionales, los intelectuales, las contradicciones de las ideologías izquierdistas y hasta hay una parodia al jefe de gobierno porteño (aunque el propio director diga que se trata de acto inconsciente y que el chiste iba para otro lado).

A diferencia de lo que ocurría en 2004 cuando se filmó esta película, en donde la hegemonía mediática todavía gobernaba el país haciéndonos creer lo que ellos querían que creyéramos, hoy muchos ya saben los tejes y manejes de las corporaciones que informan en pro de sus propios intereses y conveniencias. Es por eso que los gags y el discurso que propone T.VES? funciona con mayor fuerza y con un doble sentido mucho más potente y verosímil. Aunque pese a todo siempre habrá quienes prefieran ver un noticiero como T.VES? y creer en lo que dice. Pero eso ya es otro tema.