Desopilante homenaje al periodismo de Matías Szulanski
La película de apertura del 24 BAFICI narra la investigación periodística de dos mujeres con el particular sentido del humor de su realizador.
Szulanski logra articular el relato periodístico con la historia de amistad entre dos mujeres sin olvidar jamás las referencias cinematográficas.
Último recurso (2023) da nombre a la revista deportiva de mala muerte en la que trabajan un peculiar grupo de individuos. Como si se tratara del opus de Wes Anderson, La crónica francesa (The French Dispatch, 2021), el film comienza con la llegada de la joven Julia (Tamara Leschner), incorporada a la revista “porque tiene auto”, en palabras del director del medio (Germán Baudino).
Esta joven aprendiz rápidamente hará equipo con Laura (Maria Villar), quien la guiará en los gajes del oficio con sus virtudes y defectos. “¡Esto es periodismo papá!”, gritarán a los cuatro vientos luego de robar una motocicleta con el fin de alcanzar una fuente. El genuino vínculo de las protagonistas forja una amistad entrañable en una especie de buddy movie en versión femenina. Un dúo es la base de este relato.
La investigación periodística gira alrededor del supuesto mundial de 1926 ninguneado por la historia oficial. El paradero del goleador judío clave para ganar el título (en una final entre Argentina y Alemania) lleva a las protagonistas a seguir pistas a una tintorería con ocasionales paradas en un bar de Villa Crespo. El absurdo se presenta con la misma gracia y sin sentido que la realidad.
Ese espíritu desprejuiciado es utilizado por Szulanski al igual que en Juana Banana (2022) para incorporar destellos de argentinidad al relato. Personajes con varios rasgos negativos son sumamente queribles de este modo, en un universo periodístico tan imperfecto como admirable. El leiv motiv musical surge del clarinete que la joven periodista toca en sus ratos ociosos, melodía que marca el ritmo de la aventura descabellada para estas intrépidas periodistas.
Último recurso funciona por su puesta en valor de dinámicas culturales del pasado. Gracias a los carteles que anuncian día y hora en formato de crónica, sabemos que la historia transcurre en el presente pero bien podríamos pensar que sucede en una época pasada. Los modos de hacer periodismo, de ver cine en sala, de relacionarse con el mundo; marcan el pulso del homenaje a una forma antigua vista con encanto y pasión reivindicativa. Se pone en valor ese espíritu aventurero retro para capturar la noticia cueste lo que cueste.