Cine dentro del cine, la historia de un director que, por una (absurda) apuesta debe hacer una película mala llena de estereotipos. El problema reside en que el film descansa solo en su idea, sin construir nada más. O, para decirlo de otra manera, gira y gira alrededor de lo que podría ser gracioso sin que lo logre. Entre las curiosidades de esta coproducción, se encuentra que Luciana Salazar es más natural al mirar a cámara que María Grazia Cucinotta. Y que está Geraldine Chaplin.