A pesar de contar con un reparto decente, este título es la constante búsqueda de un remate.
La comedia no es tarea fácil… pero nada, nada fácil. Uno puede tener la habilidad de hacer reír, ya que muchas de las cosas que nos reímos, tienen gracia por el grado de verdad que encierra la humorada. Pero es todo un mundo de diferencia hacerlo en el marco de una historia. Hay quienes dicen que una comedia falla cuando no consigue producir ni una risita, cuando en realidad la comedia está supeditada a una regla de hierro: Si la historia no está bien construida, puede tener los mejores chistes y hasta las mejores situaciones cómicas, pero sin un seguimiento bien construido es un castillo de naipes destinado a caer.
¿Cómo está en el papel?
Un Amor en Tiempos de Selfies cuenta la historia de Guadalupe, una exitosa ejecutiva que trabaja para uno de los buscadores de internet más destacados a nivel mundial. Aun a pesar de su capacidad, ella tiene problemas para hablar en público, razón por la cual desde su trabajo la obligan a ir a un curso de comedia a cargo de Lucas, un comediante del teatro independiente, muy devoto de su trabajo y más que nada de su libertad. Como es de esperarse el vínculo entre ambos trascenderá el de maestro y aprendiz para volverse en algo mas, un algo que amenaza la libertad de Lucas y que a la postre se vuelve la comidilla de las redes sociales.
Un problema de Un Amor en Tiempos de Selfies es que intenta a cada rato tirar un remate, más que establecer una creíble progresión de los personajes. Pasada la mitad del metraje, ya no nos importa nada, es ahí donde la película se apura a tal punto que no le importa si el resto de camino que le queda es recorrido de un modo coherente.
Cierto, hay un intento de desarrollar un tema, sobre la fidelidad que hay que tener a la profesión artística a pesar de todos los baches, pero entre la historia de amor y los ponchazos varios que da para llegar a destino, hacen que esto se pierda y es una lástima porque había tela para cortar.
¿Cómo está en la pantalla?
El nivel actoral es en general es correcto, pero debe destacarse que Martin Bossi es excelente; el registro expresivo y reactivo-emocional de este caballero es algo verdaderamente notable. Su co-protagonista, Maria Zamarbide, resulta ser un digno acompañamiento. La química que el guion no puede hacer funcionar la aportan ellos hasta donde pueden. Pero si la peli hace agua no es en absoluto culpa de ellos. Por el costado técnico es decente en todos los rubros, pero destaca el trabajo de la Dirección de Arte.
Conclusión
A pesar de tener un reparto decente, encabezado por un actor protagonista tan carismático como lo es talentoso, Un Amor en Tiempos de Selfies tiene un desarrollo narrativo incompleto que da pie a una búsqueda desesperada de remates que no ayudan ni a la trama ni al tema que pretende tratar.