Una historia de amor con dos grandes actores, Ewan McGregor y Emily Blunt, que tienen calidad e intensidad para darle carnadura a sus personajes, inmersos en una historia que quiere ser irónica con el poder y que tiene en un poderoso jeque árabe que todo lo puede con su fortuna, a un consejero espiritual. Salvo los protagónicos, los demás se manejan en el terreno de la parodia pueril.