A contra corriente
"Un amor imposible" es una película simple sobre las emociones humanas. No intenta ser profunda ni reveladora, lo único que busca es emocionar al espectador a través de pequeñas dosis de humor e ironía. Aunque sus mayores inconvenientes sean la previsibilidad de sus acontecimientos, la inverosimilitud del contexto o exceso dramático en ocasiones, es admirable como igualmente logra divertir y emocionar.
Si bien el título argentino es desproporcionado y ridículo (el original era "Pesca de salmón en Yemen"), encaja perfectamente en el fuerte de la historia. Lo único destacable, a excepción de un muy divertido personaje de Kristin Scott Thomas, es el romance entre Emily Blunt y Ewan Mcgregor. La excusa del plan pesquero del jeque o las intenciones del gobierno británico son débiles y muy disparatadas. Incluso las expresiones filosóficas de la eminencia árabe son pobres y bastante desafortunadas.
Tal vez el mayor inconveniente de la película sea la enorme previsibilidad con la que se dan los hechos. Es llamativo el esfuerzo creativo puesto en hacer dificultosa la continuidad del proyecto de la pesca cuando era evidente desde un principio que la tarea se iba a llevar acabo. Sin importar cuanto Ewan Mcgregor proteste al comienzo se sabía que iba a aceptar.
Básicamente lo que hace entretenida a esta película es la tierna progresión amorosa entre los protagonista. Como lentamente se va percibiendo una conexión emocional entre ambos y como sus enormes necesidades de afecto los acercan mucho más. Simplemente es una lástima que no hayan podido haber desarrollado un poco más la participación del soldado en Afganistán, ya que la historia del personaje de Ewan Mcgregor con su esposa es perfecta hasta el más mínimo detalle. La última comunicación entre ellos por mensajes de textos contiene toda la sutileza y emoción que está película buscaba.
En conclusión, la historia centra todo su potencial en su capacidad de enternecer al espectador, donde a través de sucesos ligeros y simpáticos se va avanzando en un relato sin golpes bajos pero de escasas emociones. Un equilibrado balance entre la comedia y el drama, logran darle al espectador un entretenimiento amable, entretenido y para toda la familia. Aunque siempre se prefieran historias más audaces o arriesgadas, es muy valorable que lleguen a nuestra cartelera películas cuya única pretensión no sea la notoriedad sino el entretenimiento del espectador.