Los tuyos, los míos y el coma
Un standapero paquistaní debe lidiar con los padres de su ex novia cuando ella se enferma gravemente.
Inspirados en peripecias autobiográficas de su propia relación amorosa, Emily Gordon y Kumail Nanjiani escribieron la historia de un standapero de origen paquistaní (interpretado por el propio Nanjiani) que empieza a salir con una estadounidense blanca, pero mantiene la relación oculta a sus padres, que quieren que sea un buen musulmán y se case con una correligionaria. Este detalle hace que la pareja se separe, pero entonces Emily se enferma y él debe lidiar con otro par de padres: los de ella.
Comedia romántica pasada por el tamiz de la llamada Nueva Comedia Americana (uno de los productores fue Judd Apatow), The Big Sick -tal su título original- tiene el espíritu de una sitcom pasada o algunas series actuales, con Seinfeld, Louie, Love -otro producto con el sello de Apatow-, Togetherness o Master of None como parientes posibles. Porque explora las relaciones de pareja, con las bambalinas del mundillo de los standaperos -ahí están los esfuerzos de Kumail y sus colegas por hacerse un nombre en el competitivo negocio de la comedia- como telón de fondo.
El guión -que consiguió la única nominación de la película al Oscar- oscila entre diálogos divertidos y otros donde la autoconciencia de los personajes es exasperante. Gran parte de los chistes pasa por la incomodidad de las situaciones, como cuando en el hospital, mientras esperan noticias sobre la salud de Emily, el padre de ella le pregunta a Kumail por su opinión sobre el 11-S y él responde: “Fue una tragedia. Perdimos a 19 de nuestros mejores hombres”. El padre lo mira sin poder creerlo.
La cuestión racial tiene tanto peso como los vínculos familiares: Nanjiani denuncia la islamofobia riéndose de ella, y sin por ello dejar de reírse de los preceptos religiosos que su propia familia quiere obligarlo a seguir. A tal punto, que las escenas de Kumail con sus padres, su hermano y su cuñada son de lo mejor de la película.
Fallan los protagonistas: ni Nanjiani (conocido por su papel en la serie Silicon Valley) ni Zoe Kazan -mucho menos, Ray Romano y la sobreactuada Holly Hunter- son lo suficientemente graciosos o queribles como para que The Big Sick despierte algo más que una mueca de simpatía.